
Le apodaron "el
hombrecito de Hamburgo" o "Juanito". Afirmàndose en el
periodo del entre-dos-guerras como un hombre màgico del trote,
ha dejado huella a lo largo del siglo pasado. Era un gran
entendedor del caballo, y cuidaba el mìnimo detalle. Metòdico,
tambièn era un gràn tàctico. Sabìa remontar con fuerza
inarrestable el pelotòn desde la coda, asì como solìa hacerlo
Alexander Finn para tomar la ventaja en los ùltimos metros.
Dotado de
mucho caràcter, Hans Frömming no se habìa ganado sòlo amigos.
y a principios de su carrera profesional, sus adversarios
quisieron imponerle el handicap de llevar plomo en carreras
puesto que, decìan, él ganaba demasiadas carreras gracias a su
pequena talla y a su peso-pluma !!
........pero aùn
con este handicap ridìculo, Frömming siguiò ganando al mismo
ritmo descarado, y las autoridades hìpicas renunciaron a
obligarle a llevar esta sobrecarga de plomo.